Las causas de la caída de pelo en perros
En Clínica veterinaria Argos llevamos años tratando a todo tipo de perros. Desde este punto de vista, conocemos al detalle muchas de las causas de las patologías más extendidas entre los perros, incluyendo todas aquellas que suelen causar más miedo a sus dueños. Precisamente por este motivo, a lo largo del presente artículo vamos a tratar una de las cuestiones que más comúnmente preocupan a aquellos que tienen a su cargo a un animal. Se trata de la caída de pelo en perros y los motivos por los que esto puede llegar a ocurrir.
Como veremos a lo largo del texto, existen algunas causas muy habituales que explican una pérdida puntual o estacional del volumen de pelo. Sin embargo, cuando se trata de una pérdida de pelo continuada a lo largo de todo el año, entonces podemos encontrarnos ante un problema de otra naturaleza que precise tomar algunas medidas o, incluso, acudir a atención veterinaria.
Las causas tras la caída de pelo de los perros
Realizada ya la introducción, es hora de que entremos en materia y, para eso, vamos a ir directamente a las causas que, más comúnmente, se esconden tras la pérdida de pelo de los perros, pues muchas veces tales causas explican lo que en principio no parece tener razón de ser aparente.
La muda
Esta es la causa principal de la pérdida de pelo de los perros de todo el mundo. Ahora bien, hemos de tener en cuenta de que se trata de una causa estacional. Es decir, únicamente explica la caída del cabello durante los meses de primavera y verano, pues el perro está realizando la muda para reducir su abrigo durante los meses más calurosos del año y, al mismo tiempo, para poder contar con una renovación total del pelo que le cubre el cuerpo.
En este sentido, insistimos, esta causa no se esconde tras la pérdida de pelo durante todo el año completo, sino solo durante aquellos meses en los que corresponde realizar la muda.
El estrés
Tras el anterior, este es el segundo motivo más extendido. Y es que, en los perros, el estrés ocasionado por una mudanza, un cambio de costumbres, un cambio de dueño o cualquier otra razón, puede dar lugar a muy diversos síntomas, entre la que destaca con especial fuerza la pérdida de cabello.
En estos casos, por tanto, es recomendable asegurar que el perro vuelva a tener una rutina estable en la que se sienta seguro y tranquilo frente a posibles amenazas que le ocasionen el referido estado de ansiedad.
Una alimentación desequilibrada
Una mala alimentación (ya sea por exceso de nutrientes o ya sea por su defecto) ocasiona innumerables males a los animales. En el caso de los perros, la pérdida del pelo es uno de los más evidentes.
En estos casos, por tanto, se exige un cambio en las costumbres de alimentación, persiguiendo que cuente con una nutrición saludable y adaptada.
Alguna alergia o reacción
Evidentemente, tal y como ocurre en las personas, el hecho de que el perro entre en contacto con algún agente externo al que sea alérgico puede dar lugar a la pérdida del pelo y a la aparición de múltiples calvas a lo largo del cuerpo.
Muda no estacional: ¿qué ocurre cuando el perro pierde pelo todo el año?
Aunque la mayoría de los dueños están familiarizados con la muda estacional del perro, lo cierto es que muchos animales presentan una pérdida de pelo continua, fuera de las épocas habituales de muda (primavera y otoño). Esta pérdida de pelo no estacional puede convertirse en un problema crónico si no se identifica correctamente su causa, ya que no se trata de un proceso natural, sino de una señal de que algo no está del todo bien en la salud o en el entorno del animal.
¿Por qué se produce la pérdida de pelo todo el año?
Existen diversos factores que pueden provocar una caída de pelo constante, algunos de ellos son internos (como enfermedades o desequilibrios hormonales) y otros tienen más que ver con el entorno o la rutina diaria del perro. Estos son los más frecuentes:
Trastornos hormonales: Problemas como el hipotiroidismo, el síndrome de Cushing o desequilibrios hormonales relacionados con la esterilización pueden afectar directamente al ciclo del pelo y provocar una pérdida anormal. Estos casos suelen requerir diagnóstico y un tratamiento veterinario muy específico.
Problemas dermatológicos: Dermatitis atópica, infecciones por hongos o bacterias, ácaros y otros parásitos pueden alterar la salud de la piel y provocar una caída continua del pelo, a menudo acompañada de picor, enrojecimiento o mal olor.
Alimentación inadecuada: Una dieta desequilibrada o carente de ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales puede deteriorar la calidad del pelaje y hacer que el pelo se vuelva frágil y caiga con más facilidad. A largo plazo, la carencia de ciertos nutrientes se refleja en el estado del pelaje y de la piel.
Estrés prolongado: A diferencia del estrés puntual, que puede causar una muda súbita, el estrés mantenido en el tiempo —ya sea por cambios en el entorno, separación, falta de estímulo o rutinas inadecuadas— genera efectos físicos más visibles, como la pérdida constante de pelo, apatía o comportamientos compulsivos.
Ambientes climatizados todo el año: En muchos hogares, los sistemas de calefacción y aire acondicionado mantienen temperaturas constantes durante todo el año, lo que impide que el organismo del perro “sepa” cuándo es época de mudar. Esto puede traducirse en una muda leve pero continua, que termina por convertirse en una molestia para los dueños.
¿Cómo afecta al perro la muda no estacional?
Aunque pueda parecer un problema menor, la muda no estacional puede tener efectos importantes sobre la salud y el bienestar del animal. El pelo no solo cumple una función estética, también protege la piel del frío, del sol, de la humedad y de las bacterias del entorno. Cuando esta barrera natural se ve comprometida, el perro puede desarrollar:
Irritación constante.
Mayor sensibilidad a los cambios de temperatura.
Aumento de infecciones en la piel.
Picor persistente que genera estrés o comportamiento agresivo.
Además, si la causa es interna (por ejemplo, un problema hormonal), la caída de pelo suele ser solo la punta del iceberg de una enfermedad más compleja que requiere atención veterinaria.
¿Y qué pasa con los dueños?
Desde el punto de vista práctico, tener un perro con caída de pelo constante implica una convivencia más exigente. Los pelos se acumulan en sofás, ropa, suelos y vehículos, lo que obliga a limpiar con mayor frecuencia y puede generar molestias, sobre todo si en casa hay personas alérgicas.
Además, ver que nuestro perro pierde pelo sin parar puede generar preocupación y frustración, especialmente cuando no se sabe si se trata de algo grave. Por eso, ante la duda, siempre es recomendable consultar con un veterinario para valorar el origen del problema y aplicar un tratamiento si fuese necesario.
¿Se puede controlar?
En muchos casos, sí. Si la caída de pelo se debe a una causa externa (como el entorno o la alimentación), basta con introducir algunos cambios: una dieta de mayor calidad, suplementos nutricionales, rutinas más estables o cambios en la climatización del hogar. Si se trata de un problema médico, un diagnóstico veterinario temprano permite comenzar un tratamiento adecuado y mejorar considerablemente tanto la salud del perro como su calidad de vida.
¿Cuándo acudir al veterinario?
Siempre que la pérdida de pelo venga acompañada de picor, heridas, zonas enrojecidas o calvas muy marcadas, lo mejor es no esperar. Tampoco si observas que la caída del pelaje se mantiene durante muchos meses seguidos o si se produce de forma repentina sin razón aparente.
En Clínica veterinaria Argos evaluaremos a tu mascota de forma integral para detectar si hay alguna causa concreta detrás de la pérdida de pelo. Y si no es grave, al menos podrás quedarte tranquilo sabiendo que tu perro está bien.

Veterinario Especialista en Dermatología Canina y Felina | Máster en Anestesiología
Director de Clínica Veterinaria Argos desde hace 30 años.
Comprometido con la medicina veterinaria, especializado en dermatología canina y felina, así como en anestesiología. Participo activamente en congresos nacionales e internacionales para mantenerme al día de las nuevas tendencias y tratamientos.