¿Cómo afecta la displasia de cadera a los pastores alemanes?
En la Clínica veterinaria Argos somos expertos en la salud de los animales. Desde este punto de vista, nosotros sabemos que los perros, cuanto más grandes, más propensos son a sufrir problemas en las articulaciones. Así, una de las enfermedades más comunes a este respecto es la displasia de cadera.
Esta enfermedad, además, es especialmente habitual dentro de algunas razas concretas, debido a factores de tipo genético. Un evidente ejemplo de esto a lo que estamos refiriendo es el caso de los pastores alemanes. Tanto es así, que se estima que hasta un 20 % de los pastores alemanes ha tenido o tendrá displasia de cadera en algún momento de su vida.
¿Qué es la displasia de cadera?
La displasia es una patología degenerativa propia de los perros de gran tamaño, que suele detectarse en torno a los primeros meses de vida del animal, pues es en ese momento en el que aparece. Concretamente, consiste en la luxación continua de la articulación que une el hueso fémur con el coxis, de manera que se encuentra desviada permanentemente.
Cuando se cronifica tal luxación, muchas veces fruto del rápido crecimiento de los animales y de su aumento de peso y de la calcificación ósea, entonces decimos que nos encontramos ante un efectivo caso de displasia de cadera.
Causas
En general, puede afirmarse que esta es una patología esencialmente genética. De este hecho se deriva que las causas esenciales se encuentran en los genes heredados de los progenitores. Ahora bien, a tal tendencia hereditaria se le pueden sumar otros aspectos que favorecen la aparición del trastorno. Hacer ejercicio de alto impacto durante la etapa de crecimiento del cachorro, la ausencia total de ejercicio moderado, o bien la existencia de una mala alimentación durante los primeros años pueden, como decimos, potenciar la aparición de la enfermedad.
Así, del mismo modo que existen causas para la displasia como las que hemos comentado, lo cierto es que también puede considerarse como causa de otros trastornos. Ejemplo paradigmático es el de la osteoartrosis. Dado que genera una degeneración progresiva y continuada de los cartílagos de la cadera, los huesos muchas veces quedan expuestos entre ellos, siendo sometidos a fricciones que acaban provocando hinchazón, pérdida de movimiento en la articulación y deformación.
La Universidad de Pensilvania, de hecho, afirma que el pastor alemán tiene cinco veces más probabilidades de sufrir osteoartrosis a lo largo de su vida que otros perros.
Síntomas
En general, reconocer los síntomas de esta enfermedad es una cuestión relativamente sencilla, pues basta con observar los siguientes síntomas:
- Falta de actividad: Los pastores alemanes son muy activos por naturaleza, por lo que observar una desgana a la hora de jugar o correr, especialmente durante los primeros meses de vida, suele ser síntoma de que haya algún problema.
- Posturas extrañas: En general, si existen problemas para levantarse y acostarse como lo haría un perro con normalidad, puede tratarse de un problema de displasia.
- Cojera: Ligado a lo anterior, el cojeo de ambas o de una sola de las patas traseras también puede ponernos en alerta.
Diagnóstico
La displasia no tiene cura. Sin embargo, si se acude a un veterinario competente se podrá tener acceso a tratamientos y procesos que retrasan el avance de la enfermedad y que palian el dolor que el animal pueda estar sufriendo.
Fisioterapia canina, control de la nutrición o, en los casos más graves, cirugía o trasplante, puede garantizar una buena calidad de vida al animal.
En conclusión, desde Clínica veterinaria Argos somos profesionales en el cuidado de la salud de los animales. Desde este punto de vista, siempre podremos contribuir al cuidado de las mascotas, garantizando que reciban un cuidado lo suficientemente bueno como para que alcancen el bienestar que se merecen.