¿Qué es la parvovirosis canina?
La parvovirosis canina es una de las enfermedades más temidas entre los dueños de perros, especialmente cuando se trata de cachorros. Su evolución puede ser rápida, agresiva y, en muchos casos, potencialmente mortal. Por eso, reconocer sus síntomas a tiempo y prevenir el contagio es muy importante para salvar la vida de nuestra mascota.
En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre el parvovirus en perros y, sobre todo, cómo puedes proteger a tu perro frente a esta grave enfermedad.
¿Qué es la parvovirosis canina?
La parvovirosis (también conocida como parvovirus canino) es una enfermedad vírica altamente contagiosa que afecta sobre todo a cachorros y perros jóvenes. Está causada por el virus CPV (Canine Parvovirus), que ataca con especial agresividad al sistema digestivo y al sistema inmunológico del perro.
Es una patología grave que, si no se trata a tiempo, puede provocar complicaciones muy severas ya que en los casos más avanzados, el parvovirus puede llegar a afectar a órganos vitales como el corazón, los pulmones o el hígado, lo que multiplica el riesgo de fallecimiento.
La buena noticia es que la parvovirosis en perros se puede prevenir con una vacunación adecuada, y que un diagnóstico precoz mejora notablemente el pronóstico.
¿Cómo se contagia el parvovirus en perros?
El parvovirus canino no se transmite por el aire, pero sí puede sobrevivir durante semanas e incluso meses en el ambiente, en superficies contaminadas y objetos que hayan estado en contacto con heces infectadas.
Las principales formas de contagio son:
Contacto directo con heces o fluidos de un perro infectado.
Lamer o husmear zonas contaminadas (calles, parques, suelos, bebederos compartidos…).
Transmisión por objetos o superficies contaminadas: jaulas, ropa, suela de los zapatos, manos humanas.
Contagio de cachorros a través de la madre, si esta es portadora del virus, incluso durante la gestación.
El virus es especialmente resistente y puede sobrevivir en condiciones ambientales muy adversas. Por eso, es fundamental extremar la higiene en casas con varios perros o en entornos como residencias caninas o protectoras de animales.
¿A qué perros afecta más la parvovirosis?
Aunque cualquier perro no vacunado puede contagiarse, los más vulnerables son:
Cachorros entre las 6 semanas y los 6 meses de edad.
Perros no vacunados o con calendario incompleto.
Razas como rottweiler, doberman, pastor alemán y labrador, ya que presentan una mayor susceptibilidad de contagio.
Perros con un sistema inmune debilitado, ya sea por otras enfermedades o por tratamientos inmunosupresores.
Síntomas del parvovirus en perros
Los síntomas de la parvovirosis canina suelen aparecer pocos días después del contagio y evolucionan con rapidez. Aunque el virus afecta sobre todo al sistema digestivo, puede comprometer la salud general del animal en muy poco tiempo. Por eso, reconocer las señales de alerta y actuar con rapidez es fundamental para mejorar el pronóstico.
Los signos más habituales son:
Diarrea intensa, con sangre y muy mal olor: es el síntoma más característico. La diarrea es líquida, abundante y, en muchos casos, va acompañada de sangre y un olor muy fuerte debido al daño intestinal.
Vómitos: si el perro empieza a vomitar con frecuencia y hay mucha bilis o restos de comida, es otro síntoma claro. Este síntoma, además, dificulta aún más la hidratación del animal.
Fiebre alta, aunque en fases más avanzadas el perro puede presentar hipotermia, sobre todo si está muy débil.
Apatía y decaimiento general: el perro deja de jugar, busca sitios tranquilos para acostarse y muestra poco interés por su entorno.
Falta de apetito y rechazo al agua: uno de los primeros signos visibles suele ser que deja de comer y beber. Esto puede desencadenar una deshidratación bastante grave en muy poco tiempo.
Dolor abdominal: algunos perros sufren molestias al tocarles la zona del vientre, o se colocan en posturas algo extrañas para aliviar el malestar.
Deshidratación: los vómitos y la diarrea provocan una pérdida de líquidos y electrolitos que, si no se corrige a tiempo, puede poner en peligro su vida.
Pérdida rápida de peso: en cuestión de horas o días, el perro puede quedarse más delgado y débil.
En cachorros o animales con las defensas bajas, la parvovirosis puede agravarse muy rápido. La combinación de diarrea y vómitos provoca una pérdida muy rápida de líquidos y electrolitos, lo que deteriora rápidamente el estado de salud del perro. Si no se actúa con rapidez, puede derivar en un shock hipovolémico y la muerte del perro en cuestión de horas o días.
¿Qué problemas de salud puede provocar el parvovirus?
Cuando no se detecta a tiempo o no se inicia el tratamiento adecuado, el parvovirus puede afectar muy gravemente a la salud del perro. Aunque el virus ataca principalmente al sistema digestivo, su agresividad hace que se propague con facilidad a través del torrente sanguíneo, lo que afecta a distintos órganos y debilita mucho el sistema inmunológico del animal.
Una de las complicaciones más graves que puede provocar la parvovirosis es la inflamación del corazón en cachorros muy pequeños, lo que habitualmente se conoce como miocarditis. Este problema, aunque poco frecuente, puede provocar arritmias o incluso un paro cardíaco si no se controla a tiempo. Además, como el parvovirus reduce la capacidad de acción del sistema inmunitario, el cuerpo queda expuesto a infecciones bacterianas que aprovechan la debilidad del organismo para multiplicarse, provocando cuadros de septicemia que pueden derivar en un fallo multiorgánico.
El virus también suele afectar al hígado, los riñones y los pulmones, dificultando sus funciones y complicando el tratamiento. En algunos casos, el daño intestinal es tan severo que se produce una necrosis en parte del tejido, dificultando aún más la recuperación. Todo esto, unido a la deshidratación, puede llegar a poner en peligro la vida del animal en cuestión de horas.
Por todo esto, insistimos siempre en lo mismo: si tu perro no está vacunado o tiene el calendario incompleto y empieza a mostrar síntomas compatibles con parvovirosis, no esperes. Actuar rápido puede salvarle la vida.
Diagnóstico y tratamiento de la parvovirosis
El diagnóstico se realiza mediante una combinación de exploración, análisis de sangre y test específicos (como el test rápido de antígenos en heces).
¿Tiene cura la parvovirosis?
Actualmente no existe ningún antiviral específico que elimine el parvovirus. El tratamiento que existen es sintomático y de soporte, y debe realizarse siempre bajo supervisión de un veterinario. En la mayoría de los casos, se requiere hospitalizar al perro durante varios días para controlar los síntomas y reducir los problemas más graves de salud.
Para que sepas qué ocurrirá si traes a tu perro por parvovirus a la clínica, el protocolo incluye:
Suero intravenoso para combatir la deshidratación.
Antibióticos para evitar infecciones secundarias.
Antieméticos y protectores gástricos para controlar los vómitos.
Control de la fiebre y oxigenoterapia si es necesario.
En algunos casos, transfusiones de sangre.
La evolución depende en gran medida de la rapidez con la que se actúe. Muchos perros que reciben atención veterinaria en las primeras fases logran recuperarse por completo.
¿Se puede prevenir la parvovirosis en perros?
Sí, y de hecho, la prevención es la única forma realmente eficaz de proteger a los perros frente a la parvovirosis. Lo primero que tienes que tener claro es que la enfermedad es extremadamente contagiosa, y una vez que el virus entra en el organismo, el tratamiento se limita a aliviar los síntomas y sostener las funciones vitales del animal. Por eso, la vacunación juega un papel fundamental.
El protocolo de vacunación contra el parvovirus suele comenzar entre las seis y ocho semanas de vida del cachorro. A partir de ahí, se administran varias dosis espaciadas en el tiempo hasta completar la pauta inicial, que normalmente concluye alrededor de las 16 semanas. Posteriormente, el animal debe recibir dosis de recuerdo, bien de forma anual o con la periodicidad que indique el veterinario, en función de su edad, estilo de vida y estado de salud. Esta vacuna forma parte de las llamadas «vacunas esenciales», es decir, aquellas que todo perro debe recibir para estar protegido frente a enfermedades potencialmente mortales.
Además de la vacunación, también es importante tener precaución con los cachorros que aún no están completamente inmunizados. Evita sacarlos a la calle, llevarlos al parque o permitir que interactúen con otros perros hasta que el veterinario confirme que están protegidos. El contacto con heces, suelos contaminados o bebederos públicos puede suponer un riesgo innecesario en estas primeras etapas de vida.
La higiene también es clave en hogares donde conviven varios perros, especialmente si alguno ha pasado la enfermedad o si hay visitas frecuentes de animales externos. El virus puede permanecer en el entorno durante semanas, por lo que una limpieza cuidadosa de suelos, camas, objetos y comederos es esencial para evitar contagios.
¿La parvovirosis se contagia a humanos?
No. El parvovirus canino no se transmite a las personas. Aun así, los humanos podemos actuar como vectores pasivos si tocamos a un perro infectado o pisamos heces contaminadas y luego entramos en contacto con un perro sano.
Por eso, la higiene es fundamental si convivimos con varios perros o si trabajamos en entornos con animales.
¿Qué hacer si sospechas que tu perro tiene parvovirus?
Ante cualquier sospecha, acude de inmediato a tu veterinario o a un servicio de urgencias. Cuanto antes se inicie el tratamiento, mayores serán las probabilidades de supervivencia.
En Clínica Veterinaria Argos, contamos con un equipo especializado y los medios necesarios para actuar ante casos de parvovirosis en perros, incluso los más graves.

Veterinario Especialista en Dermatología Canina y Felina | Máster en Anestesiología
Director de Clínica Veterinaria Argos desde hace 30 años.
Comprometido con la medicina veterinaria, especializado en dermatología canina y felina, así como en anestesiología. Participo activamente en congresos nacionales e internacionales para mantenerme al día de las nuevas tendencias y tratamientos.