¿Qué es la bolsa o saco primordial en gatos?

Seguro que si tienes la compañía de un gato en casa habrás observado que delante de sus patas traseras presentan una especia de bolsa con piel colgante que incluso se mueve cuando el animal camina o realiza determinados movimientos. Esa bolsa se denomina saco o bolsa primordial y en esta entrada explicamos qué es y cuál su función.

Una herencia genética convertida en curiosidad

La bolsa primordial de los gatos se encuentra ubicada bajo el abdomen y frente a las patas traseras. Su aspecto es el de un pellejo que cae desde la barriga a las patas, incluso llega a colgar y moverse de forma pendular cuando lo hace el animal. En las razas de pelo largo es más difícil distinguir la bolsa, ya que el pelaje la cubrirá.

Este pellejo no es más que un exceso de piel y grasa, pero no tiene que ver con que el gato haya adelgazado recientemente. La bolsa es una herencia genética que ha perdido parte de su funcionalidad. Al fin y al cabo, la domesticación de estos animales les ha cambiado, desde su comportamiento hasta su físico. Además, todas la razas la pueden tener y no importa que el felino sea macho o hembra.

De hecho, algunos expertos consideran que algunas razas, como la Bobtail, deberían tener este exceso de piel para que el animal pertenezca a ella.

¿Qué es la bolsa primordial de un gato?

¿Para qué sirve el saco primordial?

Pese a que su funcionalidad haya disminuido, en esencia, este saco ofrecía a los gatos una fuente de energía al almacenar grasa y protección en una parte sensible de su anatomía. Así, podían resistir mejor temporadas en las que el alimento escaseaba y los daños provocados por una pelea no serían tan graves, en especial si se recibían en el abdomen.

Además, también les permite moverse con agilidad, aún más si cabe, una función que todavía sigue siendo importante. Estos pequeños cazadores basan su éxito en su rapidez, agilidad y sigilo. El saco hace que el abdomen sea un poco más elástico, lo cual es suficiente como para que le saquen partido en la caza. Así, saltan mejor y pueden agazaparse de forma más silenciosa.

Este saco es un remanente de los gatos salvajes, el cual aparece con más frecuencia en los callejeros. Algo así no debe extrañarnos, ya que dichos animales viven en un estado similar al de sus ancestros. Para garantizar sus probabilidades de supervivencia es lógico que esta característica se desarrolle. Al fin y al cabo, sus vidas son complicadas y peligrosas, en especial cuando viven en grandes ciudades.

Aunque su funcionalidad haya disminuido en los gatos domésticos, este saco sigue ofreciendo beneficios clave:

  1. Almacenamiento de energía: Originalmente, este saco servía como un depósito de grasa, proporcionando una fuente de energía vital durante períodos de escasez de alimentos. Esta característica era especialmente importante para los gatos salvajes que en ocasiones no tenían presas de las que alimentarse.
  2. Protección física: El saco primordial ofrecía una capa adicional de protección en una parte sensible de su anatomía, el abdomen. Durante una pelea, este saco podía ayudar a absorber y minimizar el impacto de las garras y dientes de un oponente, reduciendo la gravedad de las lesiones.
  3. Mayor flexibilidad: El saco también contribuye a mejorar flexibilidad de los gatos, permitiéndoles estirarse y contorsionarse más. Esto mejora su capacidad para saltar, girar y realizar movimientos acrobáticos, habilidades cruciales tanto para la caza como para la evasión de depredadores.
  4. Adaptación a diferentes entornos: La presencia de la bolsa primordial es particularmente notable en gatos callejeros, lo que sugiere una adaptación continua a un estilo de vida que se asemeja más al de sus ancestros salvajes.

¿Para qué sirve el saco primordial?

¿Hay que tener alguna precaución con el saco?

El saco primordial no es una parte sensible de la anatomía de un gato doméstico. Es raro que se lleguen a hacer daño en esta zona o que les resulte problemática. Además, en cuanto a la higiene, no les representará ninguna complicación a la hora de acicalarse. Sin embargo, no está de más que revisemos de tanto en tanto si el felino ha sufrido alguna herida, en especial si tiene acceso al exterior.

Por descontado, no debemos confundir la bolsa con sobrepeso. El vientre de un animal que pesa más de lo que debería es redondeado y de mayor tamaño, no es un simple exceso de piel. Asimismo, tampoco realizará un movimiento pendular cuando el animal esté en marcha.

En definitiva, como veterinarios en Albacete apostamos por el mejor cuidado de los animales. Ahora que ya conocemos esta parte de la anatomía felina, no hay razón para preocuparse por ella. No causará al animal problemas graves, ya que es algo natural. No obstante, ante cualquier problema de salud, es recomendable acudir de inmediato a un veterinario de confianza como Veterinaria Argos.

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