Descubre cómo funciona el lenguaje corporal de los perros
Los perros expresan sus emociones con su cuerpo, pero no siempre somos capaces de interpretar correctamente los mensajes que envían. O peor aún, entendemos mal su intención, lo que puede hacer que una situación complicada se convierta en una peor. Por eso, como veterinarios de Albacete, vamos a explicar cómo funciona el lenguaje corporal de los perros y su comunicación básica. Además, aconsejamos siempre acudir a profesionales ante cualquier duda de comportamiento canino.
Conociendo el lenguaje corporal canino
Aprender a leer lo que nuestro perro está comunicando es una de las cosas más importantes que podemos hacer para fortalecer la relación con él. Es cierto que cada perro tendrá sus propios matices únicos en su estilo de comunicación, pero la mayoría suele utilizar formas similares para transmitir cómo se siente.
Lenguaje corporal del perro feliz
Un perro feliz se involucra en su entorno y tendrá una postura relajada y oscilante.
- Orejas: sostenidas en su posición natural. Las orejas puntiagudas se mantendrán erguidas y las orejas caídas colgarán ligeramente hacia adelante.
- Mirada: suave, y la frente es neutra (sin arrugas).
- Boca: cerrada sin tensión alrededor de los labios, o si el perro está activo, abierta en un jadeo relajado.
- Cola: la menea con un movimiento amplio y sosegado. Si el perro está jugando, se eleva a mayor nivel de su columna.
La postura general del cuerpo será suave y ondulada. Algunos de los movimientos del perro pueden ser demasiado exagerados, especialmente durante el juego.
Perro en alerta o en tensión
Un perro en alerta está evaluando su entorno para obtener más información.
- Orejas: levantadas y apuntando hacia adelante (mira la base de la oreja para ver si hay razas de orejas caídas).
- Ojos: bien abiertos y enfocados con una frente neutra y relajada.
- Boca: cerrada sin tensión en los labios o alrededor del hocico.
- Cola: extendida desde el cuerpo, incluso con la columna vertebral y posiblemente moviéndose ligeramente.
La postura del cuerpo del perro se distribuye uniformemente entre las cuatro patas en una posición de alerta mientras determina sus próximos pasos.
Lenguaje corporal del perro estresado o nervioso
Un perro que está estresado o incómodo exhibirá muchas de las mismas posturas que un perro nervioso, pero también podría realizar una serie de comportamientos llamados “señales de calma” para intentar disminuir su nerviosismo o su tensión creciente.
Las señales de calma pueden ser muy distintas. Es común el hecho de bostezar constantemente, realizar movimientos curvilíneos, apartarse del lugar o mirar hacia otro lado cuando se le habla. El lameteo de labios también puede ser muy frecuente, así como el olfateo del suelo o el rascado constante. Sacudirse, incluso sin haberse mojado, es otra de las señales. Otra señal de nerviosismo es que el perro aúlle sin parar, signo de que se encuentra inquieto y necesita consuelo.
Lenguaje corporal del perro temeroso
Un perro nervioso o temeroso tendrá una postura rígida y podría encorvarse de modo que su espalda esté curvada y su cabeza esté cerca del suelo.
- Orejas: pegadas hacia atrás contra la cabeza.
- Ojos: el perro puede alejar la cabeza de un factor estresante, pero inclinar los ojos hacia él, lo que hace que se vea el blanco de sus ojos (conocido como “ojos de ballena”).
- Boca: el perro puede mantener la boca bien cerrada con las comisuras de la boca hacia atrás, o puede comenzar a jadear sin un cambio de temperatura o un aumento en la actividad.
- Cola: un perro nervioso doblará la cola para que quede presionada contra el vientre y distribuirá su peso para que se mueva hacia atrás y lejos de posibles desencadenantes.
La postura general del cuerpo del perro es rígida y baja, y es posible que se mude más fácilmente cuando está nervioso. Un perro adquiere esta postura cuando se tiran petardos o fuegos artificiales.
Ahora que ya conocemos un poco más acerca de las formas en las que se comunica el perro, es crucial intentar responder a su comunicación de una forma adecuada. Desde clínica veterinaria Argos animamos a consultar con profesionales en caso de dudas.
