Todo lo que debes saber sobre la agresividad canina

En clínica veterinaria Argos trabajamos para ofrecer siempre los mejores cuidados a nuestras mascotas. Sin embargo, en ocasiones lo que hace falta es informar sobre diversas patologías, enfermedades o comportamientos para que los propios dueños puedan dar una solución a esos problemas. Por ello, hoy vamos a dar algunos motivos que expliquen la agresividad canina y porqué la sufren algunos perros. Una mascota que haya sido apacible y amable durante mucho tiempo y que comience a demostrar actos agresivos, probablemente, está enferma. Por eso, debemos estar pendientes de los cambios que pueda sufrir y analizar las posibles consecuencias que hayan motivado el cambio de carácter.

¿Por qué buscar ayuda en un veterinario?

En muchas ocasiones, los cambios de comportamientos en los perros no precisan una justificación. El carácter de un perro puede cambiar de la misma manera en la que a veces cambia el carácter de una persona. Sin embargo, cuando eran mascotas buenas y cariñosas que se vuelven malas y agresivas, nos deben empezar a preocupar sus comportamientos.

Si esta agresividad es permanente y no algo temporal, debemos consultar con un veterinario profesional cual puede ser el origen de este cambio de comportamiento y cómo podemos trabajar para que vuelva a ser un animal tranquilo y simpático.

Perro enfadado

Razones para que un perro se vuelva agresivo

Como decíamos, son muchos los motivos que pueden provocar un cambio en el comportamiento de nuestra mascota. La agresividad canina puede venir derivada de una enfermedad, por estrés, miedo o por muchos otros motivos que pueden volver a un perro más agresivo. Veamos algunos de estos motivos en profundidad:

1. Falta de comunicación

La falta de comunicación es un problema muy común que afecta a los perros. Cuando tienen un problema o quieren algo y lo comunican, pero no son escuchados o entendidos, pueden sufrir períodos agresivos. Esto debe entenderse como la forma en que expresan su incomprensión o que se sienten poco comprendidos.

Para evitar este problema, es importante que estemos atentos siempre que nuestro perro intente comunicarnos algo y que hagamos todo lo posible por entenderle y hacerle ver que sabemos lo que quiere. Esto es especialmente importante en los momentos en los que nos pide agua o comida o cuando cree que hay un peligro que debemos atender. Si en esos momentos no somos capaces de escuchar a nuestro perro, la frustración puede provocar que se vaya volviendo violento poco a poco.

Agresividad canina | Veterinario en Albacete

2. Juegos violentos

Las apariciones esporádicas de violencia puntual pueden formar parte de un ritual de juego. Es posible que nuestro perro haya sido un cachorro muy cariñoso y pacífico, pero su raza o evolución determinen que se vuelva más agresivo. También las compañías (por ejemplo, si tenemos otros perros o juega con otros perros en el parque) pueden provocarle un desarrollo más agresivo. Si sabe distinguir cuándo se juega y cuándo no, para dejar de ser violento cuando se acabe el tiempo de disfrutar, no habrá ningún problema.

En este punto podemos contribuir jugando de manera sosegada evitando juegos relacionados con tirar de objetos que el perro esté agarrando con la boca. De esa forma evitaremos que asocie la agresividad y la violencia a jugar con nosotros, evitando que se desarrolle un mayor nivel de agresividad canina.

3. Sufrimiento por ansiedad

Al igual que cualquier humano, un perro puede estar experimentando crisis de ansiedad. Durante estos episodios, cualquier ser vivo está fuera de sí y no sabe cómo comportarse (física y mentalmente) para sentirse mejor. Es posible que aparezcan momentos de ira y agresividad por culpa de la ansiedad, que puede estar provocada por diferentes causas. Los cambios en la vida o la alimentación pueden ser una razón. También, si se han modificado las rutinas o si, por ejemplo, nos hemos mudado de casa (con la mascota).

perros agresivos | Clínica veterinaria Argos

4. Rebeldías puntuales

Si nos gusta jugar mucho con nuestro perro y a él recibir toda la atención, es normal que se cabree cuando se nos acaba el tiempo para jugar o estar con él. Si se vuelve agresivo porque dejamos de hacerle caso, se trata de una rabieta infantil, que se le pasará como a cualquier niño. No podemos consentir todo el día a nuestras mascotas, sino que debemos hacerles entender que todo tiene un tiempo límite.

Además de estas razones psicológicas que podrían llevar a un perro a mostrarse violento, desde la clínica veterinaria Argos nos gusta reforzar la necesidad de comparar estos momentos agresivos con posibles enfermedades. Las infecciones o el malestar general podrían ser causas de agresividad, cuyo foco encontraremos si solicitas uno de nuestros servicios veterinarios.

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