¿Cómo cuidar los dientes de los gatos?

Muchas veces no les prestamos atención, ya que consideramos que los gatos son capaces de limpiarlos por sí solos. Sin embargo, no es así en todos los casos. Hacemos referencia, cómo no, a los dientes de los gatos de nuestros queridos felinos, los cuales necesitan algunos cuidados especiales para prevenir enfermedades.

Desde Clínica Veterinaria Argos queremos explicar cómo podemos cuidar los dientes de los gatos fácilmente.

Síntomas de que un gato tiene problemas en sus dientes

Todos los que tenemos un gato sabemos que no son demasiado expresivos a la hora de manifestar que tienen un problema de salud. Es algo que está en su naturaleza y que no pueden evitar. Por ello, es indispensable que permanezcamos atentos a la aparición de alguno de estos síntomas:

• Halitosis o mal aliento.
• Salivación excesiva.
• Restos de sangre detectables a simple vista o presentes en el cuenco de la comida.
• Reducción o falta de apetito.
• Apatía.

En caso de que notemos uno de estos problemas, es fundamental que un veterinario experto haga un chequeo general al gato para descubrir si tiene problemas graves de salud.

¿Qué enfermedades pueden sufrir los gatos en su boca y sus dientes?

Si queremos evitar problemas en los dientes de los gatos, lo primero es saber que enfermedades suelen ser las más comunes. A día de hoy, la enfermedad más habitual en la boca de los gatos es la gingivitis. Se trata de una infección bacteriana provocada por la acumulación de placa bacteriana o sarro en la línea que une los dientes con las encías. Se caracteriza por la aparición de enrojecimiento, irritación e hinchazón en el área de encía que rodea a la pieza.

La gingivitis está considerada una enfermedad dental leve que puede curarse con un poco de higiene y, en casos extremos, con la ingesta de un antibiótico. Sin embargo, si no se le presta atención, puede desembocar en periodontitis o, como también la llamamos los humanos, piorrea. En este caso, la infección no solo ha afectado a la encía, sino también al hueso.

Esto provoca que la encía se retraiga, el hueso pierda densidad y, finalmente, el diente se acabe cayendo. Algo que no tiene solución.

Por su parte, hay otras enfermedades que, aunque sean menos habituales, también son dignas de mención. Nos referimos, en concreto, a las siguientes:

• Carcinoma. Se trata de un cáncer que afecta a la mucosa bucal. Aparece en gatos adultos que superan los 9 años de edad.
• Resorción dental. Es relativamente habitual en gatos que superan los 11 años. Se caracteriza por el deterioro del esmalte del diente, lo que acaba traduciéndose en la rotura de la corona.

El cuidado de los dientes del gato

Como ya hemos dicho, la mayoría de estos problemas bucodentales de los gatos aparecen por la falta de higiene. Especialmente, la gingivitis y la periodontitis. Pero, ¿qué podemos hacer para evitarlo?

En primer lugar, cepillar sus dientes con un cepillo y una pasta especial para gatos. El objetivo es evitar que se acumulen restos de comida entre las piezas. Esto no es algo que necesiten los felinos salvajes, ya que ellos realizan esta tarea al desgarrar a sus presas.

Evidentemente, al gato no le va a gustar que le cepillemos la boca. Sujetarlo por el cuello del mismo modo que lo hacía su madre cuando era pequeño es clave para lograr que permanezca inmóvil.

Sin embargo, para prevenir la aparición de las enfermedades que acabamos de citar, también es necesario:

• Visitar al veterinario, al menos, una vez al año para que realice una revisión de sus dientes. En caso de que el gato haya manifestado algún problema en la boca previamente, debemos acudir cada 6 meses durante toda su vida.
• Prestar especial atención a la alimentación del gato. Hay muchos tipos de piensos que pueden ayudarle a preservar el buen estado de su boca.
• Darle complementos alimenticios a modo de premio. Actualmente, es posible comprar galletitas y otras recompensas que, además de saberles muy bien, les ayudan a remover los restos de comida que se quedan entre sus dientes.

Con esto será suficiente para preservar el buen estado de los dientes de nuestro gato durante toda su vida.