Cómo preparar a nuestro gato para ir a una clínica veterinaria

Cuando llevamos a nuestro gato a una clínica veterinaria en Albacete, como nuestra clínica veterinaria Argos, debemos ser cautelosos con algunos aspectos de su personalidad, emotividad y comportamiento. Estos animales son sensibles y muy territoriales y pueden verse afectados por este desplazamiento, cuyo propósito no comprenden. Las visitas al veterinario no pueden soslayarse, pues son parte del cuidado de las mascotas, pero podemos intentar que sea un paseo agradable para ellas.

Visita a la clínica veterinaria Argos

Visitar al veterinario no debe ser una experiencia traumática para el gato ni para nosotros. Con este fin, debemos preparar al animal y también observar una conducta que no lo estimule o lo angustie. Sacar al gato del entorno donde se siente seguro puede alterarlo notablemente y esto debemos evitarlo.

¿Cómo trasportarlo?

La mejor manera de llevar a nuestro gato a la consulta veterinaria en Albacete es en un trasportín. Esto le proporciona un refugio y es un contenedor rígido donde va protegido. Por otra parte, impide que pueda escaparse o que te agreda si se asusta. Es conveniente que se haya familiarizado antes con este espacio para que se mantenga sereno cuando esté dentro.

Para llevarlo, puede usarse un coche, el trasporte público o ir caminando, dependiendo de la distancia y del tamaño del trasportín. Lo primero es más recomendable, pues cerrando las ventanillas podremos limitar el impacto que los ruidos puedan causar sobre la mascota.

preparar gatos para el veterinario

¿Qué usar además?

El olfato de los mininos es sumamente agudo y fino por lo que una de los maneras de amortiguar el impacto de los estímulos del entorno es usar una manta impregnada con el olor del gato dentro del trasportín. También se puede rociar por dentro con feromonas, lo que asegura que el gato no se altere con otros olores de otras mascotas.

De esta manera, se disimulan los olores de la calle y de la clínica veterinaria. Esto último es importante también, pues allí encontrará los de otros animales que estarán en la sala de espera.

En la sala de espera

Cuando estemos esperando que nos toque el turno, deberemos sentarnos en un lugar lo más alejado posible del resto de los animales que estén allí. Lo mejor es mantener el trasportín en el regazo, nunca en el suelo, pues allí se sentirá expuesto. Lo cubrimos con la manta y podemos hablarle para tranquilizarlo o introducir unos dedos por la rejilla para tocarlo.

No es conveniente que otra mascota, como un perro curioso, se acerque. Es preferible solicitar al dueño que lo aleje para que el gato no lo sienta muy cerca.

En el consultorio

Cuando llegue el turno de entrar al consultorio de la clínica veterinaria, hay que hacerlo sin prisa y con naturalidad; hablar pausadamente, no mostrar nerviosismo y colocar el trasportín en el lugar que el veterinario indique. No hay que forzar al gato a salir, sino llamarlo hasta que lo haga o dejar que nuestro veterinario lo persuada.

Veterinario Albacete

La vuelta a casa

Las recomendaciones son las mismas que para el viaje de ida. Una vez en casa, hay que dejar al gato en el trasportín hasta que salga solo. Si hay otras mascotas en casa, observaremos sus reacciones, pues el que llega puede traer olores que irriten a los demás. Si es así es mejor dejarlo en una habitación solo, con sus necesidades cubiertas hasta que la situación se calme.

En caso de que haya sido sedado o que haya recibido un tratamiento, se le dejará descansar, comer y retomar su territorio a su ritmo. No hay que forzarlo en ningún sentido.

Consulta tus dudas con tu veterinario de confianza

Cuando acudimos a un centro como la clínica veterinaria Argos, buscamos que la salud de nuestra mascota se recupere por completo. Por ello, es preciso que la experiencia no sea un trauma para ellas.

Si tienes dudas sobre cómo preparar a tu mascota para traerla a nuestro centro veterinario, recuerda que puedes contactar con nosotros sin compromiso.

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