¿Qué es el moquillo canino?

En nuestra clínica veterinaria tenemos un especial cuidado en la vacunación contra el moquillo canino, una patología infecciosa potencialmente grave, que puede afectar a perros adultos o cachorros. La prevención, como suele suceder, es la mejor manera de controlar este problema, que afecta a varios órganos y sistemas de los perros.

¿Qué es el moquillo canino?

Se trata de una enfermedad infecciosa causada por el virus del moquillo, que pertenece a la familia Paramyxoviridae. Se encuentra en todo el mundo y no solo puede infectar a los perros, sino a varios tipos de cánidos, como zorros y lobos, además de a los hurones y los visones. Es también conocida como enfermedad de Carré o distemper y la observamos principalmente en la vejez del perro o en sus primeros meses de vida.

Todos los detalles del moquillo canino

Contagio

La diseminación del virus del moquillo canino se produce por contacto directo con pequeñas gotas en aerosol, procedentes de secreciones nasales o de las lágrimas del perro infectado. Se disemina rápidamente cuando hay grupos de animales, como sucede en las exhibiciones caninas o en las perreras. Un animal enfermo puede contagiar a otros durante varios meses, y los alimentos o agua contaminados también son una vía de transmisión.

Cuadro clínico

La evolución es muy variable y, según la severidad, los síntomas serán más o menos evidentes. El periodo de incubación es de aproximadamente 15 días y puede presentarse fiebre. La duración del episodio agudo puede ir de semanas a meses, con periodos de remisión. En la mayoría de los casos, la enfermedad se hace crónica: comienza en el aparato respiratorio y se disemina a otros órganos.

El virus prolifera principalmente en los epitelios y en los tejidos linfático y nervioso. Debido a esto, puede manifestarse con cuadros variables, como la encefalitis, inmunosupresión con infecciones secundarias, neumonía y engrosamiento de las almohadillas plantares.

Síntomas del moquillo canino

Síntomas del moquillo canino

La fiebre es uno de los síntomas más frecuentes al inicio. También se presentan el decaimiento y la pérdida del apetito. Las manifestaciones de la enfermedad dependerán del sistema afectado.

  • Cuadro respiratorio: Secreción nasal abundante, serosa o purulenta, tos y dificultad para respirar.
  • Digestivos: Diarrea y vómitos. Falta de apetito y pérdida de peso.
  • Dentales: Hay hipoplasia del esmalte, un signo característico.
  • Neurológicos: Convulsiones, parálisis, ataxia y espasmos en la cabeza y en las patas.
  • Oculares: Conjuntivitis, edema, inflamación o ulceración de la córnea.
  • Cutáneos: Erupciones, engrosamiento de las almohadillas plantares y de la piel de la nariz.

Diagnóstico y tratamiento

Para confirmar que el perro sufre de moquillo, recomendamos acudir a nuestra clínica para que podamos evaluar su historial y los síntomas. Las pruebas de laboratorio de rutina, como la hematología, no son determinantes. Las pruebas específicas se realizan con muestras de secreción nasal u ocular, y son la serología para el virus y la reacción en cadena de la polimerasa o PCR. Sin embargo, los falsos negativos son frecuentes.

No hay en la actualidad un tratamiento que cure el moquillo canino y las medidas a tomar serán de apoyo y mantenimiento. En los casos más graves, procederemos a hospitalizar al perro. Estos son algunos de los pasos que se pueden dar para controlar el moquillo:

  • Administración de medicamentos para paliar los síntomas: Antipiréticos, anticonvulsivantes, analgésicos, antiinflamatorios.
  • Si hay infecciones secundarias debido a la inmunosupresión, utilizaremos antibióticos.
  • Cuidados oculares y respiratorios para eliminar las secreciones.
  • Administraremos fluidos intravenosos para la deshidratación causada por la inapetencia.

Problemas del moquillo canino

Prevención

La medida más eficaz es evitar el contagio y administrar las vacunas contra el moquillo. El contacto con perros no inmunizados debe limitarse al máximo. Los cachorros se vacunarán según el esquema determinado. En general, el calendario de los cachorros comienza entre las 6 y las 12 semanas con tres dosis de vacuna. Posteriormente, la vacuna se colocará una vez al año en el perro adulto.

Lo ideal es que, cuando un nuevo cachorro llega a nuestras vidas, limitemos todo lo posible el contacto con otros perros para evitar que pueda contagiarse. Una vez vacunado podremos sacarlo a la calle y relacionarlo con otros perros sin problemas, pero antes de la vacuna es recomendable limitar el contacto.

Prevenir el moquillo para mantener sanas a las mascotas es lo que recomendamos siempre en la Clínica Veterinaria Argos. Como parte de nuestros servicios, proporcionamos las vacunas necesarias para esta y muchas otras enfermedades.

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