Beneficios y riesgos de la dieta BARF
La dieta BARF se ha popularizado como una forma más natural de alimentación para los perros. Sin embargo, dar comida cruda a las mascotas es un tema controvertido que tiene defensores y detractores. Esta semana hemos tenido varias preguntas sobre este tema en la clínica, por lo que hemos decidido analizar los beneficios y las desventajas, así como las pautas para la elaboración de la dieta BARF.
¿Qué es la dieta BARF?
BARF es el acrónimo de Biologically Appropriate Raw Food, que en español significa “Alimentación Cruda Biológicamente Adecuada”, o “ACBA”. Se basa en la idea de aproximar la dieta a la alimentación que consumían los perros cuando se encontraban es estado salvaje y cazaban para subsistir. La dieta BARF contiene una elevada cantidad de carne cruda, así como pequeñas cantidades de frutas y verduras. Las proporciones aproximadas son las siguientes:
- Un 60 % del peso consiste en carne con grasa y hueso.
- Un 25 % de carne magra como pavo, conejo o pescado.
- Un 15 % de verduras y frutas crudas.
Es posible complementar las raciones con otros ingredientes, como huevos, vísceras, brotes de alfalfa, yogur o aceite de pescado. Para facilitar la transición, conviene mezclar frutas y vegetales con el pienso al que está acostumbrado el perro. Durante dos semanas, iremos aumentando el contenido de alimentos naturales hasta sustituir totalmente los de origen industrial.
Beneficios de la dieta BARF
La gran ventaja de la dieta BARF para perros es que aporta nutrientes de manera natural. Pero tiene otros beneficios:
- El contenido en agua de estos ingredientes naturales es mayor que en el pienso industrial y esto ayuda a que nuestro perro se mantenga hidratado.
- La piel del animal se mantiene sana y el pelo crece más brillante.
- Los huesos más grandes y duros, llamados recreativos, sirven para roer y contribuyen a mantener la dentadura limpia y en buen estado, lo que evita el mal aliento.
- Al ser una alimentación natural, hay menos alergias e intolerancias alimentarias.
- Refuerza el sistema inmune, creando una mayor resistencia a las parasitosis externas e internas.
- Estimula el crecimiento de la masa ósea y muscular.
- Gracias al contenido en fibra, las heces son más voluminosas y tienen menos olor. Además, se producen menos gases intestinales.
- Se reduce el riesgo de obesidad.
- No contiene conservantes ni cereales.
- Gusta a todos los perros.
Entonces, ¿es bueno darle carne cruda a un perro?
Sí, siempre que verifiques que la carne se encuentra en buen estado y no sea nociva para el animal.
Inconvenientes de la dieta BARF
Una de las desventajas de la dieta BARF es que preparar el menú requiere tiempo, porque hay que calcular el aporte de proteínas, vitaminas y minerales de cada toma. Además, hay especialistas que sugieren que esta dieta conlleva algunos peligros:
- Los huesos se deben triturar cuidadosamente, para evitar las astillas que podrían causar laceraciones u obstrucciones en el tubo digestivo del animal. Las laceraciones y atragantamientos constituyen dos urgencias veterinarias habituales en perros que se alimentan con huesos.
- Los huesos recreativos pueden desgastar en exceso la dentadura a largo plazo.
- La carne y el pescado deben ser congelados previamente para evitar infecciones.
- Al preparar las frutas hay que retirar las semillas y el corazón. Conviene evitar frutas como las uvas.
- La espinaca, el nabo, la calabaza y la zanahoria cocidos son vegetales beneficiosos. Por contra, debemos evitar el aguacate y las aliáceas como el ajo, el puerro o la cebolla.
- Entre las vísceras, deben suprimirse el hígado y el riñón, ya que contienen sustancias que podrían ser nocivas.
- No calcular los nutrientes de la forma adecuada puede conducir a deficiencias nutricionales.
- Lo mejor es elaborar la comida del perro en casa, ya que las raciones ACBA que se expenden listas y congeladas pueden tener un déficit del contenido en fibra y generan estreñimiento.
La dieta BARF para perros es una alternativa saludable que proporciona ventajas nutricionales y fisiológicas a los perros, pero también tiene algunos riesgos. La supervisión del veterinario es indispensable para asegurarnos de que la alimentación está siendo bien tolerada y que cumple con todos los requerimientos de la mascota.
