Gatas en celos: ¿qué hago?
Como parte de su ciclo hormonal, las gatas entran en celo cada ciertos meses. Generalmente, lo hacen en primavera y otoño, aunque en muchas ocasiones también lo repiten en verano. En estas situaciones, conviene saber cómo actuar y de qué manera calmarlas, por lo que mantener la paciencia es primordial. Por eso, a lo largo de este artículo queremos explicarte todo lo que debes tener en cuenta si quieres calmar y controlar a gatas en celos.
¿Cuánto dura el periodo del celo en una gata?
Lógicamente, la duración siempre dependerá de cada gata, dado que intervienen sus hormonas y también su temperamento. Pero lo más habitual es que se prolongue durante una semana o, en ciertos casos, un poco menos. Quienes tienen gatos desde hace años sabrán que, cuando más manifiestan esta condición, es durante las noches. Pueden estar así toda la madrugada.
Es posible —y frecuente— que, después de haber superado esos siete días, vuelvan a encontrarse igual pasadas dos semanas. En realidad, no se trata de un nuevo ciclo, sino de un regreso de la etapa de máxima intensidad hormonal. En cualquier caso, no suele repetirse más de dos veces, salvo en gatas con un carácter demasiado marcado o que socializan bastante con otras gatas.
Cabe destacar que los cambios de clima súbitos —como los que se producen después de cada estación— favorecen la ovulación inducida. Dicho de otro modo: la gata comienza a prepararse para ser fecundada y llamar a los gatos que se encuentren cerca. Esta es la primera señal y, en resumen, cuando podríamos hablar del comienzo del celo en sí.
3 recomendaciones para ayudar con el celo de la gata
Después de hacer un análisis de la situación, conviene saber cómo actuar ante unas gatas en celos. La clave está en cuidarla desde la paciencia, pero también interesa la prevención para evitar un embarazo indeseado.
- Una de las premisas para comprender este comportamiento es su necesidad constante de aparearse con otros gatos. Forma parte del instinto reproductivo que, como animales, tienen y harán todo lo posible por escaparse de casa para encontrarse con otros gatos. Por ello, conviene poner mayor atención en las puertas y ventanas para evitar que una gata en celo se escape de casa o salga sin supervisión.
- Igualmente, resulta imprescindible acariciarla cuando lo pida, dado que, en los primeros días, tendrá una necesidad constante de recibir cariño. Esto se debe a su excitación. Se puede estresar sobremanera si no recibe atenciones, por lo que llegará a buscarlas también durante la madrugada. Es importante que, pese al horario, intentemos calmarla brevemente para que se sienta acompañada.
- Conviene evitar el contacto con otras gatas, puesto que se vuelven más territoriales durante estos ciclos. En ningún caso debemos dejarla sola, dado que atacará para consolidarse como la hembra del grupo. Esto será todavía más frecuente si en las inmediaciones de la vivienda hay machos de su misma especie.
Calmar a una gata en celo
Es imprescindible saber tranquilizar a la gata durante una etapa de gran estrés y ansiedad. Para ello, las sugerencias son acariciarla y dejar que se acueste encima de nosotros e incluso duerma en nuestra cama para sentirse segura. Es cierto que las noches serán bastante incómodas por sus maullidos intensos, pero no podemos obviar que necesita comprensión.
Por su parte, también hay que evitar el refuerzo negativo cuando el ronroneo se vuelva un chillido constante. Lo mismo sucede si orina en distintas zonas de la casa, una acción involuntaria y que le sirve para marcar el territorio. Sabremos que lo hace por eso, ya que, en lugar de agacharse, levanta, como hacen los gatos machos, la pata.
En este artículo hemos visto qué hacer cuando una gata está en celo. Calmarla es primordial para que esta etapa no se vuelva todavía más incómoda. Tanto para nosotros, como dueños, como para nuestra mascota. En caso de que segregue flujo vaginal, no hay que preocuparse, puesto que es habitual, aunque nunca está de más una revisión veterinaria para descartar patologías.
Veterinario Especialista en Dermatología Canina y Felina | Máster en Anestesiología
Director de Clínica Veterinaria Argos desde hace 30 años.
Comprometido con la medicina veterinaria, especializado en dermatología canina y felina, así como en anestesiología. Participo activamente en congresos nacionales e internacionales para mantenerme al día de las nuevas tendencias y tratamientos.